Con una hora de retraso sobre la hora inicialmente prevista empezábamos el partido que nos enfrentaba al Bailén F.S. De inicio Tete dispuso un quinteto titular formado por Antonio en portería, con Antoñín de cierre, Javier Armenteros y Francis en las alas y Javier López de pivote. El partido fue un monólogo de los nuestros, con buen juego colectivo, pero romos en la definición. Especialmente esa falta de puntería nos condenó en la primera parte. El primer gol, en el minuto tres, fue un espejismo. Era Antoñín el que abría la lata. Pero a partir de ese instante fue en querer y no poder. Se jugaba bien y con fluidez pero la portería capitisdimuía en tamaño y no acertábamos a materializar las multitud de ocasiones creadas. Ciertamente el equipo local no creaba peligro alguno, convirtiendo a Cornejo en un mero espectador del partido. A pesar de ello el menudo cancerbero estaba metido en el partido animando y corrigiendo a sus compañeros.
En el minuto doce se produciría un cambio múltiple y sería Moisés el que ocuparía la posición de cierre, las alas serían para Alvaro y Sergio Moya – debutaba con el Alevín A tras realizar la pretemporada con nosotros - y la punta de lanza para el infante Jairo. Se cambió de equipo pero no de decoración. Se seguía jugando bien, con participación colectiva, pero al llegar a portería se hacía de noche. El partido no corría peligro pero en las gradas no se daba crédito a la falta de definición de los nuestros.
A falta de cinco minutos se produciría otro cambio múltiple toda vez que Alberto – reaparecía tras cuarenta días de lesión – ocuparía la posición de cierre, con Antoñín y Francis en bandas y Javier López en el pivote. Nada más salir Antoñín, tras tres remates, anotaba el segundo de los nuestros. Llegábamos al descanso con dos a cero y más de quince ocasiones pintiparadas marradas.
En la segunda parte el quinteto titular estaba formado por Carlos en portería, con Antoñín de cierre, Alvaro y Francis en las alas y Javier López de pivote. En la reanudación si cambió el panorama en cuanto a la definición. Se acertó en mayor porcentaje ante el caudal ofensivo del equipo. A pesar de ello se abortaban situaciones que en partidos de mayor exigencia no se pueden fallar. Alvaro de bonita vaselina anotaba el tercero. El cuarto era obra también de la “bala”, en jugada de garra made in Alvaro. El quinto, en corner ensayado, suponía el hat trick de Antoñín.
Al igual que en la primera parte, en la mitad de la reanudación cambio a la americana cuatro dentro y otros tantos fuera. Se movía la pelota con criterio y rapidez. El sexto y el séptimo tenían idéntico protagonista. Sergio Moya se estrenaba con los nuestros y por partida doble. El octavo obra del infante Jairo. El noveno se debía a Javier López - jugando de cierre y con clarividencia en el pase - tras asistencia de Jairo y gran jugada colectiva y el décimo del otro Javier, a pase de Alberto, que disputaba los últimos cinco minutos. En ese ínterim la primera y única aproximación del Bailén deparó una gran intervención de Carlos.
